Vinos argentinos y gastronomía española, el maridaje perfecto.

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En 2023, Caro Import tenía 39 referencias de vino de diferentes bodegas argentinas, mientras que este año han ampliado a 55.

La cultura argentina tiene cada vez más arraigo en España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, durante el primer semestre de 2023, llegaron aproximadamente 30.000 argentinos a España, alcanzando los más de 300.000. A estos se suman los nacionales que tienen un gran interés por el país hispano, sobre todo en todo lo relacionado con su gastronomía.

Aunque las empanadas, la carne y el dulce de leche son los ‘bestseller’ de la gastronomía argentina, es cierto que es mucho más rica y diversa de lo que imaginamos. Desde la yerba mate, los alfajores y las medialunas hasta productos como el vino son también grandes representantes de la cocina del país”, declara Diego Maccari, CEO de Caro Import, la compañía española especializada en la fabricación, importación y distribución de alimentos argentinos.

De hecho, Argentina –que destaca como uno de los diez principales mercados de vino a nivel mundial– es conocida en todo el mundo por sus vinos de calidad, que tienen una gran diversidad y riqueza. Esto se debe a la gran variedad de terroirs fruto de las diferentes altitudes y climas del país.

Vinos argentinos en España

En España es cada vez más común la importación de vino argentino. Tanto es así que Caro Import ha aumentado la compra y venta de estos productos. “En 2023 teníamos 39 referencias de vino de diferentes bodegas del país, mientras que este año hemos ampliado a 55 con las nuevas etiquetas que nos llegan a finales de diciembre. La demanda de esta categoría de productos ha venido creciendo de manera exponencial en los últimos años, sobre todo en lo que respecta a vinos jóvenes, frescos y fáciles de beber”, asegura el CEO de Caro Import.

La gran variedad de notas y matices de los vinos argentinos hace que combinen a la perfección con los sabores mediterráneos que caracterizan a la cocina española. Así, los expertos de Caro Import proponen el maridaje ideal para una comida española-argentina:

  • Entrante: Malbec y jamón ibérico. El sabor afrutado y suave del Malbec argentino logra resaltar la intensidad que tiene el jamón ibérico. Y es que un vino de este tipo, como Los Árboles Malbec de Bodega Navarro Correas, marida a la perfección con platos de aves y carnes rojas magras en preparaciones ligeras. Su sabor suave no oculta el sabor del jamón, sino que permite disfrutar de ambos productos en cada bocado sin que uno domine sobre el otro. Concretamente este vino ha de servirse entre 16 y 18 grados y el jamón debe estar cortado en lonchas finas para que la grasa se derrita en la boca.
  • Primero: Torrontés y pulpo a la gallega. El Torrontés, es una uva que se cultiva en la región de Cafayate, con un terruño que aporta al vino una frescura y aroma distintivo. Si maridamos el pulpo con un Torrontés Cafayate 2022 de Bodega Etchart, la acidez de este vino se equilibra con la cremosidad del aceite de oliva y el pimentón lo que ayuda a limpiar el paladar entre cada bocado y, por tanto, permite que todos los sabores se mantengan con total frescura. Además, este vino añade un toque cítrico que realza los sabores marinos del pulpo. Lo ideal es servirlo frío, a unos 8-10 grados, y en contraposición, el pulpo a la gallega debe estar bien caliente preparado con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y una pizca generosa de pimentón.
  • Segundo: Cabernet Franc y chuletillas de lechazo. La jugosidad de las chuletillas de cordero lechal y su sabor delicado combinan con un vino que no domine sobre su sabor, pero que lo realce. Así, este joven Cabernet Franc 2022 (línea Perro Callejero) de Bodega Mosquita Muerta, con aromas a frutas rojas y negras, que se mezclan con notas especiadas, es el maridaje perfecto ya que con su suavidad en boca logra equilibrar la grasa natural de la carne, limpiando el paladar sin neutralizar su sabor. Para servirlo, el vino debe estar a una temperatura de entre 16 y 18 grados y las chuletillas deben estar recién cocinadas con un exterior crujiente e interior jugoso.

Postre: Rosé Malbec y leche frita. Gracias a la canela y el azúcar de este postre tradicional, la mezcla de este sabor dulce y especiado con el carácter seco y acidez equilibrada resulta en el contraste perfecto para crear una sensación refrescante y ligera. Concretamente, maridar este postre con el Rosé Malbec 2022 de Finca Flichman resulta en un equilibrio que crea una armonía en la que ninguno de los dos productos domina, si no que se intensifican ambos sabores. Para disfrutar de esta combinación, lo ideal es servir el vino frío, entre 8 y 10 grados para que el vino realce su frescura y acidez, mientras que la leche frita debe tener una temperatura templada, con un textura crujiente por fuera y cremosa por dentro.

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