Recorrido por los grandes espumosos del mundo en Monvínic

Ayer tuvo lugar en Monvínic la cata magistral “De burbuja en burbuja: el hechizo de los grandes vinos espumosos del mundo”, dirigida por Pedro Ballesteros y Jordi Melendo, una oportunidad única para degustar vinos espumosos de la mano de dos grandes expertos en la materia. Ballesteros es el único Master of Wine español y Melendo un escritor que ha centrado gran parte de su trayectoria en la Champagne francesa.

La sesión fue un recorrido didáctico en el que los asistentes pudieron aprender sobre las diferencias entre los distintos tipos de espumosos y los distintos métodos de elaboración en cada una de las regiones del mundo, más allá de los ya conocidos champagne y cava. Se empezó catando el Champagne Philippe Gonet Blanc de Blancs 2006, un clásico. A continuación, el Franciacorta italiano Ricci Curbastro Saten Brut 2007, parcialmente fermentado en barrica y con 40 meses de crianza, destacó por su gran finura; los espumosos de Saten están elaborados con presiones atmosféricas más bajas al champagne y al cava, se les añade mucho menos azúcar y solo pueden elaborarse con las uvas blancas Chardonnay y Pinot Blanc. Esta zona se caracteriza porque los elaboradores tienen un pacto de calidad, mediante el que estipulan precios mínimos, densidades de plantación y crianza mínima de 18 meses. Después se cató el Rheingau alemán Barth Riesling Sekt N.V., un buen Sekt de Riesling elaborado por el método tradicional. Le siguió el South East Vineyards de Inglaterra Nyetimber Classic Cuvee 2006, prácticamente como un champagne, fino y largo; en Inglaterra se realizan grandes espumosos y este fue una gran prueba de ello, el futuro es arrollador. Después se cató el  Tasmania australiano Jansz Premium Cuvee N.V., con dos años de crianza y elaborado con Pinot Noir y Chardonnay; con su método de elaboración los espumosos de Tasmania han conseguido diferenciarse del champagne y posicionarse como grandes vinos de su zona. A continuación se degustó el Champagne francés Tarlant La Vigne d’Antan 2000, un espumoso único de viña prefiloxérica, de una viña que está llegando a su fin; se convirtió en uno de los grandes momentos de la noche. Se siguió con el Trento de Italia Ferrari Giulio Ferrari Riserva del Fondatore 2000, un espumoso intenso y profundo con alma de gran vino que poseía 10 años de crianza. Después se cató el Cava catalán Recaredo Turó d’en Mota 2002, un cava en el que se transmite el terroir y el buen hacer de la familia Mata, un Xarel·lo 100% que estuvo a la altura de los grandes espumosos. Le siguió el Napa de Estados Unidos Domaine Carneros Brut Cuvée 2008, perteneciente a la maison Taittinger, posee un estilo completamente achampañado, con un poco más de calidez, rico y redondo, y también tenía algo más de azúcar que los anteriores. A continuación se cató el espumoso catalán Loxarel Brut Nature 109,  un vino espumoso sin degollar, en el que se podía apreciar toda la crianza y la pureza de las madres del cava dentro, se presentaba turbio, muy interesante en nariz, algo único. Después se degustó el Cava catalán Gramona III Lustros 2004, que es la apuesta de la familia Gramona por la larga crianza, la pureza, la estructura y la complejidad, con una etiqueta que ha cumplido más de 50 años. La gran fiesta se terminó con el Champagne francés Jacques Selosse Substance N.M., con el que todos los asistentes disfrutaron de la magia de este gran espumoso fruto del terroir de la Champagne y de su pasión por los vinos de Jerez, marcando un final apoteósico.