¿Llenas la copa hasta arriba? 15 errores que nunca deberías cometer
¿Cómo sujetas la copa de vino? ¿Qué cantidad de vino servirías en una copa? ¿Has enfriado rápidamente el vino con un cubito de hielo?...Servir el vino en copas no suficientemente limpias o servirnos vino antes que a nuestros invitados, por increíble que parezca, son algunos de los errores que con más frecuencia se cometen junto a otros que revelaremos a continuación.
Podemos sentirnos familiarizados con algunos de ellos y otros parecernos absolutamente novedosos, pero todos pueden corregirse con el fin de mejorar nuestros conocimientos y poder disfrutar del vino al máximo, evitando situaciones embarazosas.
Error 1. Sujetar la copa por el cáliz
Es uno de los errores más habituales con el que nos sentimos familiarizados a diario, incluso con frecuencia lo hemos podido ver en numerosas escenas de películas. La copa consta de: cáliz o cuerpo, tallo o pierna y pie o base, y el único sitio por donde no se debería sujetar es por el cáliz. Aunque nos resulte más cómodo sujetar la copa de esta forma, no es bueno para el vino. En primer lugar, porque hay que evitar su calentamiento con nuestro propio calor corporal, que afectaría a la percepción de sus propiedades organolépticas. Además, si sujetamos por el tallo o el pie, nos será mucho más fácil girar el vino o poder levantar la copa para observar al trasluz.
Error 2. Llenar la copa al máximo
Los excesos siempre son contraproducentes y en este caso también. No sólo estéticamente, también por motivos obvios. La medida variará en función del tipo de vino y el tamaño de la copa. Los vinos tranquilos, que son los más demandados, requieren la cantidad suficiente de 1/3 ó 150 ml. De esta forma evitaremos que el vino se caliente antes de tiempo o que podamos derramarlo cuando intentemos airearlo para liberar sus aromas.
Error 3. Catar el vino con los labios pintados
¿Quién no ha tenido que solicitar alguna vez un cambio de copa por la marca de un pintalabios? Antes de catar un vino, es imprescindible retirarse cualquier cosmética labial, ya que, además de considerarse descuidado, interferirá con los aromas del vino.
Error 4. Enfriar el vino con un cubito de hielo
Si se quiere aguar y arruinar el vino es una de las formas más rápidas y eficaces. El vino no es un refresco y su tradición, elaboración y tratamiento, merecen un mínimo respeto. El hecho en sí, denota una falta de cultura del vino. Para enfriarlo adecuadamente sería suficiente con mantener la botella de vino en la nevera durante unos 5 ó 10 minutos más o en una cubitera repleta de hielo y un poco de agua.
Error 5. Utilizar el congelador para enfriar el vino
Como medida de emergencia, hay quien piensa que la mejor solución para enfriar el vino inmediatamente es meter la botella en el congelador. Un error garrafal que altera considerablemente las propiedades organolépticas del vino. De nuevo recurriremos a unos minutos de nevera o a una cubitera acondicionada para ello.
Error 6. Decantar todos los vinos por sistema
Decantar algunos vinos, lo único que hace es perjudicarles disipando y suavizando sus aromas e intensidad. No todos los vinos requieren ser decantados, dependerá de la variedad de uva utilizada en la producción de ese vino o del tiempo de maduración del mismo. Existen claros ejemplos en los cuales un vino debe de ser decantado: cuando contenga sedimentos, vinos añejos de cierta edad o cuando en el caso de algunos vinos jóvenes, no consigamos percibir su intensidad aromática y se necesite “abrir el vino”.
Error 7. Guardar el vino en cualquier lugar
Cuando adquirimos un vino, normalmente se encuentra en posición vertical y bajo las luces de la tienda de vinos, pero esa no es la forma en que debemos almacenarlo. Buscaremos un lugar fresco, oscuro y limpio para guardarlo en posición horizontal.
Error 8. Utilizar cualquier vaso o copa
Si queremos disfrutar por completo de los aromas y de las virtudes que nos ofrece un vino, usaremos la copa adecuada. Descartamos el vaso y elegiremos la copa en función del tipo de vino, puesto que el vino se oxigenará con más facilidad. La experiencia demuestra que el mismo vino catado en diferentes copas, cambia por completo su sabor. A no ser que contemos con las copas ISO o AFNOR, copas homologadas para catar cualquier clase de vino en ellas.
Error 9. Servirnos los primeros
En medio del entusiasmo de compartir esos vinos con conocidas o amigas, olvidamos que antes de servirnos, debemos ofrecer a nuestros invitados probar el vino. Dejemos las prisas y concentrémonos en las formas, que son esenciales para lograr una buena armonía.
Error 10. Corcho roto, corcho dentro
Se rompe el corcho e instintivamente se empuja hacia el interior de la botella, error. Existen numerosos tipos de sacacorchos que nos pueden ayudar en esta situación, el de láminas podría ser una opción. Además, el mantenerlo en su interior no aporta ningún beneficio al vino, verlo dentro de la botella es hasta estéticamente incomodo, e incluso, se podría transmitir la sensación de estar consumiéndose un vino pasado, cuando no tiene por qué ser así.
Error 11. Las pronunciaciones en el vino
Nos encontramos explicando el tipo de vino que vamos a compartir, los meses de barrica que tiene, su excelente añada…y cuando nos preguntan por la variedad del mismo, no sabemos pronunciarla correctamente. Los ejemplos más comunes son cuando pronunciamos la “t” en Pinot Noir y en Merlot, o la “e” de Riesling.
Error 12. Todos los vinos en la misma copa
No hay ningún problema en hacerlo, siempre y cuando efectuemos el ritual de “envinar”. El envinado consiste en enjuagar la copa con un poco del vino siguiente que vamos a probar, solo con una pequeña cantidad es suficiente, puesto que nos desharemos de ella, no es para su consumo. Este pequeño gesto, nos ayudará a retirar los restos del vino anterior, preparando la copa para la siguiente degustación.
Error 13. Los tintos para acompañar todo
Armonizar un vino equivocadamente, puede arruinar una comida y al propio vino. Independientemente de preferir los vinos tintos a los vinos blancos, tenemos que tener en cuenta el maridaje para sacar el máximo partido a los sabores. Acompañar una comida con el vino apropiado, es una experiencia única para los sentidos. Recordemos que el sabor del vino no puede destacar al de la comida.
Error 14. Tragar el vino en lugar de beberlo
Tragar cualquier bebida no es recomendable para nuestra salud digestiva, pero además, se considera de mal gusto. Beber vino, invita a degustarlo, probarlo con tranquilidad, es una ceremonia en sí que requiere su tiempo y disfrute, para discernir su principio, desarrollo y final.
Error 15. Las 3 erres: Rioja, Ribera y Rueda
Por miedo a equivocarnos en nuestra elección, y puesto que son las tres denominaciones de origen más populares, las consideramos seguras a la hora de comprar un vino. Sin embargo, en la diversidad está el conocimiento. Afortunadamente, somos el país que posee mayor diversidad vitivinícola del mundo, donde desde cualquier punto de la geografía, se puede competir en calidad con las denominaciones de origen más populares. Aprovechemos esta oportunidad, para sorprendernos y seguir aprendiendo de vinos.