Los verdejos de La Seca (Valladolid), en el Top de las valoraciones de Robert Parker.
Vinos de Barco del Corneta y Cantalapiedra Viticultores logran 94 puntos en una de las publicaciones más prestigiosas del mundo
Los vinos elaborados con Verdejo en La Seca (Valladolid) están de enhorabuena, pues han logrado las máximas puntuaciones en una de las publicaciones de vinos más prestigiosas del mundo, la estadounidense The Wine Advocate: La Sillería 2018, de la bodega Barco del Corneta, y Majuelo La Otea 2018, de Cantalapiedra Viticultores, han conseguido 94/100 puntos.
Solo cuatro vinos elaborados con Verdejo en la zona han superado los 93 puntos Parker. A los anteriores, se suma Barco del Corneta 2018, con 93+, el vino insignia de Beatriz Herranz y Félix Crespo.
Ambos proyectos, ubicados el mismo municipio y que comercializan sus vinos bajo el marchamo de Vino de la Tierra de Castilla y León, se caracterizan por elaborar vinos artesanos, producciones modestas y apegadas al terruño, que cuentan con certificado ecológico.
Tanto Barco del Corneta como Cantalapiedra Viticultores están encabezados por jóvenes elaboradores que saben sacar lo mejor de la variedad blanca por antonomasia de Valladolid, la Verdejo, para elaborar vinos de larga guarda.
Para Luis Gutiérrez, el catador para España de la revista fundada por Robert Parker, La Sillería 2018 “tiene una nariz un tanto borgoñona, con el perfume de la verdejo de flores blancas, hierba recién cortada y cítricos, con muy buena frescura y un paladar potente pero equilibrado. Es delicioso y debería evolucionar muy bien en botella.”
Sobre Barco del Corneta 2018 (añada ahora en el mercado), el crítico explica que “está completamente maduro, pero tiene muy buena frescura. Fermentó con levaduras indígenas en barrica, donde maduró con las lías (pero sin bâtonnage) para darle complejidad y mantener el perfil varietal. Quieren evitar las notas tropicales, y lo han conseguido, mostrando un verdejo serio, sutil y elegante, de textura calcárea, sápido y sabroso con un final casi salino. Tiene un perfil más complejo dado el afinamiento en roble”.
Con respecto a Majuelo La Otea 2018, elaborado por Manuel e Isaac Cantalapiedra, Luis Gutiérrez destaca “una nariz de levadura y pedernal, bastante inusual y personal, madura sin excesos, expresiva, fresca y equilibrada. En boca tiene una textura calcárea y revela sabores ricos y profundos y una gran frescura, pero no le falta madurez”.
En su artículo sobre los vinos de la cuenca del Duero, Luis Gutiérrez explica que “la mayor parte del vino de calidad de la región y de la exitosa uva blanca verdejo se comercializa bajo la denominación Vino de la Tierra de Castilla y León y no de Rueda, donde muchos productores apuestan por vinos más industriales”, salvo algunas excepciones.