Los mejores Pagos de los vinos de Pago

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No es un juego de palabras, aunque lo parece. El uso de la expresión “pago” en el terreno enológico, reúne tal cantidad de acepciones, que resulta difícil trasmitir al consumidor final un poco de claridad. Elegimos los mejores e intentamos aclarar conceptos.

Vinos de Pago

Si ya era confuso lo del pago en sí mismo, que podría equivaler al “cru” francés, es decir, una parcela determinada con unas características que la distinguen de las demás, la creación hace unos años de la nueva categoría Denominación de Origen Vino de Pago, ha rizado el rizo y el aficionado no sabe donde empieza y termina esta expresión.

Viñedos de las Bodegas MartúeViñedos de las Bodegas MartúePodemos encontrarnos por un lado con vinos pertenecientes a Grandes Pagos de España; por el otro, con numerosos nombres de vino que se llaman Pago de… los Capellanes, de la Sonsierra, de Larrainzar, de Carraovejas, del Ama, del Amón, del Espino, de Tharsys, del Moncayo, Vilches…. y así hasta un mínimo de 80 marcas. (Desde que se reconoció oficialmente esta D.O. Vino de Pago, ya no se permite a ninguna bodega registrar como marca la palabra Pago de… aunque se mantienen las marcas anteriores ya constituidas. Y por último y desde hace unos años, con vinos que tienen oficialmente Denominación de Origen Vino de Pago. Tres conceptos distintos para una misma expresión.

No ceso de decir que nuestra lengua española, tan rica, culta y bella para poesía y prosa, para vates y escritores, se muestra muy cicatera en los territorios enológicos. Y sobre todo, confusa ya que usa en demasía y para distintas acepciones los términos “pago”, “reserva”, “gran reserva” y “crianza”. Al convertir reserva, gran reserva y crianza en términos oficiales para una determinada categoría de vinos, con unos condicionamientos expresos se origina mucha confusión, sobre todo para los extranjeros, que no entienden como de una misma añada hay reserva, crianza, gran reserva… Este es un tema que daría para un Congreso de la Lengua Española en su Aplicación Enológica…pero volvamos a los Vinos de Pago, que es lo que nos ha traído hasta aquí.

Denominación de Origen Vino de Pago

Viñedos de las Bodegas MartúeViñedos de las Bodegas Martúe¿Qué es oficialmente un vino con D.O. Vino de Pago?

Según la Ley de la Viña y el Vino del año 2003, Vino de Pago es una Denominación de Origen Protegida, que hasta el momento, sólo se reconoce con tal nombre en las Comunidades Autónomas: Navarra, Castilla-La Mancha, Valencia y Aragón. En Rioja, Ribera del Duero, Rueda, El Bierzo, Toro…. no hay de momento vinos con esta clasificación oficial. De ahí que no encontremos un Vino de Pago por tierras de la Ribera del Duero, o de Rioja, o de Jerez.

Es justo y necesario, por tanto, aclarar que si bien la nueva D.O. Vino de Pago ampara a bodegas y vinos de alta calidad, no quiere ello decir que sean mejores que muchos de los vinos que no tienen esta clasificación. Por ejemplo, los vinos de gran prestigio de nuestro país desde hace muchos años, los Vega Sicilia, no son oficialmente Vino de Pago; ni tampoco los míticos Pingus, ni los grandes y tradicionales riojanos.

Barricas en el interior de las Bodegas ArinzanoBarricas en el interior de las Bodegas ArinzanoLos vinos que se amparen bajo la D.O. Vino de Pago, tienen que proceder de uvas de un determinado paraje o sitio rural, cuyo nombre lleve por lo menos 5 años utilizándose, aunque no de una manera oficial.  Es decir, que el paisanaje venga conociendo esa zona o parcela con ese mismo nombre, Pago de Tal o Cual y la uva, elaboración y embotellado deberán realizarse dentro del “pago”. Además, para que una bodega llegue a obtener la D.O. Vino de Pago, sus vinos han tenido que gozar de una buena trayectoria durante los últimos 10 años, han debido gozar de un reconocimiento por parte del público, de los restaurantes, de las mejores guías y de la prensa especializada que –ya ven ustedes, y a buenas horas- parece que sirve para algo.

En resumen, podemos decir que la D.O. Vino de Pago equivale a una Denominación de Origen Individual y se da por hecho que deben ser vinos de gran calidad, puesto que las exigencias para alcanzar tal clasificación son muchas. Las bodegas sólo pueden elaborar su propia uva y la bodega debe estar ubicada dentro del pago. Y es importante constatar que esta D.O. ampara al vino, no necesariamente a la bodega. Es decir, hay bodegas que según la ley elaboran Vinos de Pago, como es el caso de Bodega Otazu, en Navarra pero que sólo uno de los vinos que elabora tiene de momento el reconocimiento de Vino de Pago, en este caso D.O. Pago de Otazu. También es el caso de Bodegas Mustiguillo, la primera D.O. Vino de Pago en tierras valencianas, reconocida en septiembre del 2010, que de los tres vinos que elabora, sólo dos están bajo los auspicios de la D.O. Vino de Pago, quedando el tercero, de momento, fuera de ella.

Carlos Falcó y su hija Xandra (Valdepusa)Carlos Falcó y su hija Xandra (Valdepusa)Según el texto de la ley, podría darse el caso de que el Pago fuera muy reducido, como pasa en Francia, donde encontramos que los vinos de gran prestigio histórico tienen un viñedo que apenas sobrepasa la hectárea. Ocurre en la Romanée-Conti o La Tâche, que no alcanzan las dos hectáreas de viñedo ni la una ni la otra… En “pago” tan pequeño no hay sitio para construir una bodega. Como ustedes comprenderán, no se van a arrancar vides de tan escasa parcela y tan enorme calidad, para construir un edificio. Las bodegas están cercanas pero no dentro del pago.… Ah, amigo!!! Ya no podrían ser nunca Vino de Pago, porque no hay que olvidar que estas Denominaciones tienen carácter europeo. No es un capricho español. ¡Paradojas y contradicciones de las leyes!

Desde hace algunos años encontramos esta expresión: Grandes Pagos de España.

Veinticinco bodegas de diferentes zonas, han creado una asociación con este nombre y con el objetivo de promocionarse conjuntamente. Qué duda cabe que la unión hace la fuerza y es absolutamente loable, pero el nombre contribuye a una cierta confusión. El gran impulsor de esta asociación es Carlos Falcó, marqués de Griñón, que a su vez tienen una verdadera D.O. Vino de Pago para sus vinos de Malpica de Tajo que es concretamente la D.O. Dominio de Valdepusa. Entre las 25 bodegas que conforman la asociación, hay cinco bodegas más que tienen reconocida a su vez, la Denominación de Origen Vino de Pago. Es el caso de la bodega Propiedad de Arínzano (D.O. Arínzano), Bodegas Uribes Madero (D.O. Calzadilla), Dehesa del Carrizal (D.O. Dehesa del Carrizal), Bodega Mustiguillo (D.O. El Terrerazo), y Viñedos y Bodegas Manuel Manzaneque (D.O. Finca Élez).

Pagos monumentales

Palacio en la finca Otazu, en NavarraPalacio en la finca Otazu, en NavarraEntre las doce D.O. Vino de Pago que actualmente tenemos reconocidas en nuestro país, hay dos que tienen unas características muy particulares que le confieren un interés especial enoturistica y arquitectónicamente hablando. Son D.O. Arínzano y D.O. Otazu, dos señoríos navarros. Arinzano es una bella finca, situada cerca de Estella, propiedad de la familia Chivite, en un hermoso y salvaje paraje ejemplo de sostenibilidad medioambiental gracias al acuerdo firmado con WWF en los años 90. Un valle en las últimas estribaciones de los Pirineos, dividido por las tortuosas aguas del río Ega. Los exclusivos microclimas crean un ambiente singular para el cultivo de la vid. De las 355 hectáreas de la propiedad, 128 están dedicadas al cultivo de viñedos de Pago.

El Señorío de Arínzano ha sido reconocido por la excelencia de sus viñedos desde el siglo XI, cuando el señor Sancho Fortuñones de Arínzano elaboró por primera vez vinos en la propiedad. Tras sucesivos propietarios, La propiedad prácticamente quedó abandonada hasta el año 1988, cuando la familia Chivite,   redescubrió la propiedad y el gran arquitecto Rafael Moneo construye una extraordinaria bodega de nueva planta y rehabilita las viejas edificaciones creando un conjunto de extraordinaria belleza. Su único vino, de marca Arínzano, es un extraordinario y elegante coupage de tempranillo y merlot, con unos 14 meses de barrica francesa de la mejor calidad.

Casa en ValdepusaCasa en ValdepusaBelleza irradia asimismo por todos sus cuatro puntos cardinales Otazu, muy cerca de Pamplona, entre las Sierras del Perdón y Echauri. Un histórico señorío que se remonta a la Edad Media, donde se elaboraba vino ya desde el XII. Un complejo arquitectónico en un paraje espectacular, que reúne desde una iglesia románica a un palacio renacentista del siglo XVI, una torre de defensa del XIV, bodega del XIX y una espectacular bodega vanguardista, del siglo XXI. Un lugar mágico lleno de historia y arte, pues sus propietarios son grandes coleccionistas y las esculturas del gran artista Manolo Valdés se exhiben entre las barricas de su espectacular bodega. Su vino Señorío de Otazu, tinto con 18 meses de barrica francesa, de cabernet sauvignon y tempranillo es hasta ahora el único de la bodega que puede ostentar esta denominación tan calificada.

Pagos singulares

Viñedos de ValdepussaViñedos de ValdepussaDe Navarra nos vamos a tierras valencianas cercanas a Utiel, a la única D.O. Vino de Pago El Terrerazo, la que ostenta para dos de sus vinos, El Terrerazo y Quincha Corral, las Bodegas Mustiguillo. Situadas en el altiplano mediterráneo a unos 850 metros de altitud, a unos 100 kilómetros del mar, cercana a Teruel, con viejas cepas en vaso y de secano plantadas en los años cuarenta, muchas de ellas. Proyecto familiar del enólogo Toni Sarrión, que desde su creación en 1998, no ha parado de conseguir éxitos. Vinos de gran personalidad y diferentes a todos, fruto del empeño de Toni en sacar a la uva bobal de su condición de poco noble, bastardilla y hasta la fecha de su empeño, dedicada a granelazos y todo lo más, a algún rosadito de mediana factura. Finca donde las carrascas, romeros, tomillos, pinos, almendros, olivos, conviven con las cepas, siempre cultivadas orgánicamente. Un ejemplo a seguir. Su vinos Finca Terrerazo y Quincha Corral, son la mejor y más elegante expresión de la uva bobal, ampliamente reconocidos como dos de los grandes vinos de la Comunidad Valenciana.

Otro empeño, esta vez en sacar lo mejor de tierras manchegas, también poco reconocidas históricamente como capaces de producir vinos finos, es el de Carlos Falcó, Marqués de Griñón, de reconocido prestigio social y vinícola, uno de los pioneros en la modernización de la viticultura española, y sobre todo, de la de las tierras toledanas, cercanas a Malpica de Tajo, donde su familia tienen fincas desde el siglo XIII. El consiguió la primera D.O. Vino de Pago para todos sus productos, que ya ostentan orgullosamente la firma D.O. Dominio de Valdepusa, y fue el primero en introducir en tierras manchegas las viníferas francesas, hace 40 años. Carlos Falcó, además de ser un personaje de la vida social, es un docto ingeniero agrónomo preparado en las mejores universidades de EEUU y Francia. 

Cepa vieja en la Finca TerrerazoCepa vieja en la Finca TerrerazoTambién en la cercana Ciudad Real, encontramos otro Vino de Pago de gran arraigo, calidad y mérito. Esta vez se le ha adjudicado el nombre de su propietario, Florentino Arzuaga, y la D.O. se llama Pago Florentino. Conocido bodeguero en la Ribera del Duero, se trasladó a tierras manchegas enamorado de los olivos de la variedad cornicabra. Compró 150 ha. para elaborar aceite “Premium” y descubrió de paso, un “terroir” extraordinario para elaborar también vinos de alta calidad, siempre con la variedad tempranillo, llamada por estas tierras cencibel. Su vino Pago Florentino, de escasa producción es un gran ejemplo. Y Florentino, es, además, el padre de nuestra diseñadora más internacional, Amaya Arzuaga.

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