Los enólogos franceses eligen Gran Cruor 2011
La Unión de Enólogos de Francia conceden Medalla de Oro al vino elaborado por la bodega Casa Gran de Siurana, uno de los catorce máximos galardones que han otorgado a los vinos de la Península, y el único premiado de la D.O. Ca. Priorat.
Cada año, la Unión de Enólogos de Francia organiza uno de los concursos del sector vitivinícola más prestigiosos de Francia. Durante cinco días, el jurado integrado por más de 130 profesionales expertos en análisis sensorial se reúne cada mañana para catar a ciegas vinos de todas partes del mundo, más de 3.500 referencias.
Esta nueva edición, Gran Cruor 2011 ha logrado Medalla de Oro, el único vino del Priorat reconocido. Nacido en las afueras de la localidad de Bellmunt del Priorat, está elaborado con 90% Syrah y 10% Garnacha, procedente de la Finca de la Fredat.
Gran Cruor 2011 se cría durante 16 meses en barricas nuevas de roble francés de 225 litros; su vinificación en tinto, con maceración larga de 25-30 días, y fermentación a una temperatura controlada de 24-28ºC. En la cata, nos muestra un color cereza oscuro. En nariz se aprecian aromas muy intensos y complejos: frutas (mora), vainilla, café, especias. En boca resulta cremoso y redondo, fresco y mineralizado, con un roble bien integrado. Su estructura es amplia, un vino profundo con mucho cuerpo. Los taninos son muy suaves y deliciosos. Su final muy largo e intenso.
Para Anna Gallisà, su enóloga, “la esencia de la tierra alimenta este Syrah que capta todo el Sol en las partes altas y pobres de la finca de la Fredat”. La Fredat es finca una montañosa de 40 hectáreas que se cultiva en terrazas y pendientes. Su suelo es de llicorella, el típico terroir del Priorat formado por fragmentos de pizarra desmenuzada que facilita el desarrollo de unas raíces profundas y que permiten a la vid soportar mejor las altas temperaturas y aprovechar al máximo los nutrientes de la tierra.
Casa Gran de Siurana. En las afueras de la localidad de Bellmunt del Priorat, a la orilla del río Siurana, se encuentra la masía popularmente conocida como la Casa Gran. Un edificio con trescientos años de historia en el que antiguamente residieron los monjes cartujos del monasterio de Scala Dei, la orden monástica que ya en el siglo XII introdujo la viticultura en la comarca.
En las fincas que rodean la Casa Gran y que fueron testimonio del estricto voto de silencio de los frailes cartujos es donde hoy crecen parte de sus cepas.
El proyecto de Casa Gran del Siurana se inició en el año 2000 con el claro objetivo de crear unos vinos desde el mismo inicio del proceso: seleccionando las fincas con más potencial, eligiendo las plantas más adecuadas y cultivándolas con cuidado para después controlar meticulosamente el momento de la vendimia, el modo de elaboración y la crianza.