La bodega Raimat (Lleida), referente europeo en adaptación al cambio climático, inicia la vendimia con buenas previsiones
Las técnicas pioneras de la bodega leridana para adaptar la viña al cambio climático garantizan una buena cosecha, a pesar de la grave sequía. Raventós Codorníu, su propietaria, extiende buena parte de las técnicas innovadoras de Raimat a sus otras 14 bodegas para garantizar su sostenibilidad.
La bodega Raimat (Lleida, D.O. Costers del Segre), con una de las mayores superficies de viñedo ecológico de Europa, inicia hoy, 31 de julio, la vendimia 2023 después de la primavera más seca y cálida desde que hay registros a la zona. Pero, a pesar de la grave sequía, en Raimat la vendimia se inicia con optimismo tanto en cuanto a la calidad como la cantidad de uva. La causa son las técnicas pioneras de viticultura que utiliza desde hace más de 20 años para conseguir optimizar al máximo cada gota de agua y cada grado de humedad en el viñedo. Entre ellas, el riego de apoyo y de precisión instalado en las viñas y que permite aplicar un goteo de agua en la cepa de forma totalmente controlada y solo cuando es imprescindible.
Con la ayuda de técnicas innovadoras y la aplicación de las nuevas tecnologías, Raimat ha optimizado al máximo este riego y ha reducido el gasto hídrico en más del 20% en los últimos 20 años, a pesar de que el aumento de las temperaturas hace que los suelos cada vez necesiten más agua. Hay que recordar, también, que la viña es uno de los cultivos que requieren menos agua.
Para Joan Esteve, director de la bodega, “Raimat es un ejemplo de que, en un entorno de cambio climático, la producción vitivinícola de calidad puede ser sostenible. Pero la buena gestión del riego gracias al conocimiento del suelo y el uso de herramientas de riego de precisión, las nuevas tecnologías y las técnicas de agricultura regenerativa son imprescindibles”. Por su parte, el CEO de Raventós Codorníu, propietaria de la bodega leridana, Sergio Fuster, alerta que “estamos ante el mayor reto que ha afrontado este sector en el último siglo. Tenemos que responder a la emergencia climática de forma urgente con técnicas innovadoras si queremos proteger la tierra, preservar su valor, ser sostenibles y garantizar el futuro de viticultores y elaboradores. Para Raventós Codorníu, Raimat es un banco de pruebas estratégico, y sus técnicas pioneras se van extendiendo a las otras bodegas del grupo para adaptarnos al cambio climático.”
Si se cumplen las previsiones, la afectación en el volumen será mínima, con 6,5 millones kg de uva, el 100% ecológico, para los vinos de Raimat. Por su parte, la calidad se espera incluso mejor que el año pasado porque las temperaturas de junio y julio no han sido tan extremas como en 2022 y la sanidad de la viña es excelente. Unas ochenta personas participarán en la vendimia, que empieza con la cosecha de las variedades chardonnay y pinot noir, sigue con la de albariño y xarel·lo, y más tarde tempranillo, syrah, etc. La última variedad en vendimiarse será la cabernet sauvignon, que se prevé que se empiece a cosechar en el mes de octubre. En Raimat, la vendimia se hace de madrugada, en las horas más frescas del día, de forma manual y por una sola cara de la cepa, consiguiendo la selección de la mejor uva, con el objetivo de obtener expresiones únicas a nivel de sabor y aromas. Por su situación y clima, ya es, tradicionalmente, una de las primeras bodegas de toda Europa en iniciar la vendimia. El año pasado las altas temperaturas la obligaron a iniciarla en julio (el día 29) por primera vez.
Agricultura de precisión para no perder una gota de agua
Las principales técnicas sostenibles para reducir al mínimo la necesidad de agua que utiliza Raimat son:
- Riego de precisión: se trata de controlar con la máxima precisión el estrés hídrico de las cepas que, para dar el mejor fruto, tienen que recibir poca agua. Para conseguirlo, el riego de precisión utiliza las últimas tecnologías en programación y teledetección. Este último sistema consiste en identificar qué puntos de la viña necesitan agua, cuánta y en qué momento.
Para saberlo, una pequeña avioneta sobrevuela la viña (unas 2.000 ha) y crea un mapa en el que se puede identificar la variabilidad y las zonas poco o demasiado regadas. El viticultor consulta el mapa en su iPad y se activa de forma programada el riego inteligente, solo en las zonas donde es imprescindible. En paralelo, se han aplicado mejoras en la ingeniería de la red de riego adaptándola a las condiciones del suelo.
El objetivo de este sistema, desarrollado en colaboración con el IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias), es gestionar el riego de una finca de forma efectiva y práctica y lograr el máximo de eficiencia hídrica. El riego de precisión ha permitido reducir el gasto de agua en más de un 20%.
- Mulching: consiste en aplicar materia vegetal u otro material triturado (cáscaras de nueces o almendras, por ejemplo) como una capa suelta bajo las cepas. El objetivo es proteger las raíces de la climatología externa, ayudando a mantener el suelo a una temperatura constante. Esta técnica es clave durante las épocas de altas temperaturas en la zona leridana, puesto que evita la evaporación del agua en el suelo y ayuda a la oxigenación. Además, favorece la vida microbiana y aumenta la materia orgánica mientras mejora la estructura del suelo y la biodiversidad, creando un ecosistema equilibrado y manteniendo las cepas sanas.
- Cubiertas vegetales: consiste en mantener el suelo cubierto de hierbas (sembradas o residentes) para contribuir a regenerarlo, a fijarlo y reducir la erosión. Su uso también contribuye a una reducción de la compactación de los suelos y una mejora de la infiltración del agua de lluvia. Además, los restos de la cubierta vegetal se convierten en materia orgánica que enriquece los suelos y reduce la necesidad de abonados. Las cubiertas también son reservorio de insectos que contribuyen al control de plagas y mejoran la biodiversidad, que a su vez enriquece la tierra.
Las técnicas de agricultura regenerativa y sostenible, la innovación en el control de plagas sin funguicidas, y la gestión eficiente del agua han contribuido a que en estos últimos 20 años, se haya conseguido regenerar los suelos de manera muy significativa, mejorando la fertilidad natural y la biodiversidad, y consiguiendo un mayor equilibrio de las cepas. Todo ello ha convertido a Raimat en el centro de investigación y desarrollo vitivinícola líder en el estado y un referente en programas de sostenibilidad y medio ambiente en toda Europa.