Krug lanza por primera vez su Rosé en formato Jeroboam

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Botella Jeroboam Krug Rosé (3 litros)Por primera vez desde que Krug Rosé fue lanzado en 1983, la Maison Krug presenta uno de sus champagnes más prestigiosos y únicos en formato Jeroboam.

Esta botella de tres litros o botella magnum doble ha sido madurada en las bodegas de Krug durante más de 10 años, un mayor periodo de maduración debido a su gran volumen, permitiendo que el excepcional Krug Rosé desarrolle su sabor plena y radiantemente, de manera armoniosa y con un carácter elegante.
Los amantes de Krug se deleitarán con este excepcional y exclusivo lanzamiento de sólo 122 Jeroboams para el 2015 y un pequeño número reservado para después del 2015, brindando la oportunidad de saborear y compartir una experiencia realmente única.
UNA NUEVA DEFINICIÓN DEL ROSÉ
La llegada de Krug Rosé se esperó, por decirlo así, ansiosamente. Durante muchos años antes de tomar la decisión de producirlo, los amantes de Krug en el mundo entero habían reclamado que Krug realizara un champagne rosado de su propio estilo, pero inicialmente, ni Henri ni Rémi Krug estaban convencidos del todo de producir un rosado, ya que pensaban que era una especie de artificio. Por entonces, la mayoría de los champagnes rosados existentes en el mercado eran oscuros, dulces y pesados.
Finalmente, animados por la extraordinaria cosecha de 1976, iniciaron un experimento secreto. Los racimos de Pinot Noir se fermentaron durante poco tiempo y se mezclaron con Pinot Noir, Chardonnay y Meunier fermentados tradicionalmente, con cierta proporción de vinos de reserva. Según la costumbre de la Maison, en función del sabor deseado se imaginó un tipo de producción, y el magnífico color cobrizo fue una consecuencia natural.
En 1983, unas cuantas botellas salieron de las bodegas y Henri y Rémi Krug le sirvieron la primera copa a su padre, Paul Krug II, que ignoraba el experimento. Un solo sorbo bastó al abuelo Krug para acabar con todas las dudas. "Alguien nos está copiando el estilo", exclamó, con lo que todos entendieron que Krug podía tener un Rosé creado según el estilo de la Maison. Se trata de un champagne tan intensamente fresco, tan seductoramente sedoso con notas de bayas silvestres, especias exóticas y flores concentradas, que representa una tajante ruptura con lo convencional.

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