Jumilla, 20 años creando estilo
Hace 20 años que los responsables del C.R.D.O. Jumilla convocan a una buena serie de catadores profesionales para que examinen y premien cuidadosamente a sus vinos. El Certamen de Calidad de Vinos de Jumilla es ya un clásico y el pódium de sus triunfadores, muy solicitado.
La cita, como cada año, en tierras murcianas y albaceteñas, pues esta denominación de origen reparte viñedos por ambas provincias. Tierras que antaño se dedicaban a la floreciente industria del esparto, que decayó a mediados del siglo pasado.
Precisamente en una recién rehabilitada fábrica de esta gramínea tan útil antes que se inventara el nylon, nos reunimos los 21 catadores, todos renombrados profesionales de estas lides, durante dos intensas sesiones, para llevar a cabo el riguroso examen de 107 muestras que fueron las participantes en este importante Certamen de Calidad de Vinos de Jumilla. Estas instalaciones se dedicarán, no al esparto que las trajo al mundo, sino al vino, albergando el Museo del Vino.
Jumilla tiene historias que contar. En su comarca se descubrieron hace 36 años los restos de pepitas de vitisvinifera más antiguos de Europa y bajo sus tierras han aparecido restos arqueológicos que atestiguan su tradición vitivinícola en más de 5.000 años de antigüedad. De estos hallazgos cabe destacar la pareja de pendientes de oro con forma de uva que datan del Siglo IV a.C., una verdadera maravilla, pieza de incalculable valor y de la que sólo se conoce una similar encontrada en Alemania. Con la intención de rendir tributo a tan dilatada tradición, el C.R.D.O.Jumilla y con muy buen criterio, ha usado estos dos valiosos pendientes como imagen del premio de este Certamen que ahora cumple 20 años.
Uvas de oro
No sabemos si las uvas de esta extraordinaria pareja de pendientes de oro con dos mil cuatrocientos años a sus espaldas, correspondería a la considerada autóctona monastrell, la reina de la zona, a la que se dedica el 80% de las 23.000 ha. de viñedo que ampara. Si bien el CRDO es generoso, admitiendo muchas variedades de uva para elaborar sus vinos, cencibel –tempranillo- garnacha tinta y tintorera, syrah, merlot,petitverdot, cabernet sauvignon,..., la estrella es la monastrell. Cepa considerada autóctona que se encuentra extendida por todo el litoral mediterráneo, siendo muy apreciada en Francia donde se llama mourvedre.
En España es la tercera variedad más plantada representando un 8% de la superficie dedicada a la vid. Sus racimos son pequeños o medianos, bastante compactos, de color azul-negro, piel gruesa rica en antocianos. Es una variedad de gran rusticidad y elevada resistencia a la sequía, necesitando buena insolación, posee una sensibilidad media-alta frente a mildiu y oidio. Una joya si se la sabe tratar bien, que es lo que desde hace años venimos felizmente contemplado.
En el territorio blanco, también es grande la posibilidad de elección:airén, macabeo, pedro ximénez, malvasía, chardonnay, sauvignonblanc, moscatel morisca y verdejo.
Volviendo al certamen, les contaremos que este año y por primera vez encontramos a cuatro importantes profesionales del mundo del vino en los emergentes países asiáticos, llegados en representación de la importante feria Interwine China. Detalle que constata la importancia que estos últimos años los vinos de Jumilla están alcanzando por esas latitudes. Pero no hablamos de granel, no.
La revolución de Jumilla
La revolución de Jumilla empezó a gestarse hace unos 25 años y fueron apareciendo vinos de muy alta calidad como El Nido, que supera los 100 euros botella -impensable hace años- o Clío, (Bodegas El Nido); Juan Gil con su siempre exitoso Juan Gil 18 meses; Casa Castillo Pie Franco y Las Gravas (Vitícola Casa Castillo), Altos de Luzón, de Bodegas Luzón,...,son varias de las grandes referencias de esta zona.
Una calidad más que reconocida ahora en los mercados, ya que por séptimo año consecutivo, los vinos de Jumilla han visto incrementar sus ventas superando expectativas. Cerca de 24 millones de botellas comercializadas en el último ejercicio en total, mercados externos e interno, lo que supone un crecimiento respecto a 2012 del 14%.
En Jumilla hay para todos los gustos y nunca mejor dicho. Hay vinos blancos, rosados, tintos, con madera, sin ella, crianzas, reservas y grandes reservas, dulces, de licor... y a cada categoría corresponde un pódium de oro,plata y bronce. Cabe destacar la cantidad de premios obtenidos por Alceño, también conocidas por PLM, que son las iniciales de Pedro Luis Martínez, su fundador, y Bleda (para los catalanes, curioso nombre. Nada que ver con la acelga ni tampoco con la poca gracia que se le atribuye a este término) con seis y ocho premios conseguidos por cada bodega y respectivamente. Tras ellos, el resto de galardones se ha repartido entre otras bodegas, destacando también Luzón con cuatro premios, y los dos obtenidos por Hijos de Juan Gil y BodegasSalzillo.
Los Oros del 2014
Destacamos los oros conseguidos.
- Blanco: Castillo de Jumilla 13 (B. Bleda)
- Rosado:AlceñoMonastrell 2013 (B. Alceño-PLM)
- Tinto sin crianza en madera: Altos del Cuco 2013 (B. Casa de la Ermita)
- Tinto con barrica 2012-2013: AlceñoPremiunSyrah 2013 (B. Alceño)
- Tinto 100% monastrell sin barrica: Castillo de Jumilla Monastrell 2013 (B. Bleda)
- Tinto 100% monastrell con barrica 2012-2013: Pío Ecológico Monastrell 2012 (B. Pío del Ramo)
- Tinto con barrica añada 2011 y anteriores: Sierva 2011 (B. Carchelo)
- Tinto crianza:Alceño Selección 2010 (B. Alceño)
- Dulce: CamelotMonastrell 2013 (B. Salzillo)
Sorprendió el buen nivel de los vinos rosados, cada día más demandados y en los que la monastrell juega perfectamente consiguiendo colores y aromas de muy buen nivel. Es curioso comprobar cómo van cambiando las tendencias y creencias en este universo del vino. Jumilla ha alcanzado un nivel impensable hace 25 años, y los vinos rosados, que tan sólo hace 8 años estaban relegados a chinos de medio pelo (me refiero a los restaurantes) ahora son muy buscados.
Este Certamen de Calidad que cada año organiza el Consejo Regulador de la DOP Jumilla, nació como una herramienta con la que incentivar a las bodegas en su incursión en un sector de comercialización inhóspito, hasta esa fecha, para la gran mayoría de los vinos de Jumilla, que no es otro que el del embotellado. En él participan puntualmente la práctica totalidad de las bodegas de la Denominación, llegando a registrarse cifras históricas en cuanto a muestras presentadas.