Exito de Gonzalez Byass en Enofusión
La cata magistral que González Byass ha ofrecido en Enofusión ha sido una muestra de la riqueza vitivinícola de esta Familia de Vinos a lo largo de España. Los más de 60 asistentes pudieron disfrutar de una cata que fue guiada por los enólogos de las seis bodegas que integran González Byass. Una oportunidad única para descubrir joyas enológicas que son la esencia del terruño de Jerez, La Rioja, Somontano, Cava, Cádiz y Castilla.
El cava Albert de Vilarnau Chardonnay Pinot Noir, elaborado a partir de dos variedades que no son autóctonas de la zona, pero, como Eva Plaza declaró, “han sido cuidadas y mimadas como a un buen huésped”.
Viñas del Vero Clarión, con su nueva añada 2011, era calificado por su enólogo, José Ferrer, como su vino favorito que “expresa su gusto más personal al seleccionar la variedades de uva blanca que lo integran y su momento de recolección”. Ferrer también ofreció Blecua 2007, que fue calificado como “el sueño de todo enólogo hecho realidad. Todo es magia, personalidad y creatividad. Todo un mundo de sensaciones y sentimientos en una botella, una parte del alma.”
Antonio Flores, enólogo y master blender de Bodegas Tío Pepe, presentó dos vinos. Tío Pepe en Rama Solera Fundacional con el que se “ha querido plasmar el milagro de un vino vivo, único, casi irreal, en el que el tiempo se detiene y en el que se puede sentir y respirar la flor, el albero, la mar cercana, la primavera inminente, Jerez”. Y Apóstoles Palo Cortado, vino de más de 30 años, unido con lazos indisolubles del tiempo y las soleras, “un vino misterioso que invita a sumergirse en un mundo de sutiles sabores”.
Beatriz Paniagua enóloga de Finca Constancia, cató Altos de la Finca 2010 que “une artesanía y calidad, dando como resultado un vino a la altura del prestigio de esta Familia de Vinos.”
José Manuel Pinedo, enólogo de Finca Moncloa, presentó Finca Moncloa 11 Barricas 2008, “un vino elegante que transmite sensaciones y recuerdos del terruño, del sol, del bullicio de la vendimia, del silencio de la crianza y de las ilusiones del equipo de personas que lo han hecho posible.”
Bodegas Beronia, de la mando de su enóloga María Jesús Sáez, compartió dos vinos. Beronia Gran Reserva 2005, procedente de viñedos de más de 60 años y con una crianza en barricas de roble francés seleccionadas específicamente en cada añada y que constituye la “representación de tradición y modernidad”. Y Beronia III a.C. 2010, que “deja hablar al terroir y a la variedad de uva Tempranillo.”