El ganador del premio Primum Familiae Vini 2022 es Brun de Vian-Tiran, fabricante francés de tejidos nobles desde 1808.
La Primum Familiae Vini (PFV) anuncia que el jurado, compuesto por doce miembros representantes de las doce familias de vino que integran la asociación, entre las que se encuentra Familia Torres, ha elegido a la empresa familiar francesa fabricante de seda y lana Brun de Vian-Tiran, como la ganadora del premio PFV 2022, dotado con 100.000 euros.
Brun de Vian-Tiran, regentada actualmente por la octava generación, fue fundada en 1808 a orillas del río Sorgue, en la Provenza francesa, y ha sobrevivido a guerras, crisis y a la competencia internacional durante ocho generaciones. Pierre Brun, miembro de la 7ª generación, buscó descendientes de la oveja merina española, importada por Luis XVI en 1786, y ahora cuenta con 15 rebaños locales con los genes originales que producen lana fina para ellos. Pierre y su hijo, Jean-Louis, continúan comprando lana a pastores locales en las zonas de Arles y Alpes, y también han viajado a Mongolia para encontrar pastores locales que estuvieran produciendo lana de crías de camello cerca del desierto de Gobi, lo que supone unos ingresos adicionales para los pastores y un magnífico ejemplo de sostenibilidad, así como la continuación de un modo de vida ancestral.
Las doce familias PFV confían en que, a través de este premio, sus largas historias y el reconocimiento mundial de sus vinos sirvan para animar a empresas familiares independientes a que continúen con sus proyectos, focalizándose en la excelencia del producto, el relevo generacional y la responsabilidad social. Estos valores son fundamentales para los doce elaboradores de vino miembros de la PFV.
Priscilla Incisa Della Rocchetta, Presidenta de PFV, comenta: "Ha sido difícil escoger al ganador entre tantos candidatos tan maravillosos, pero nuestro jurado quedó impresionado por el compromiso de Brun con la continuidad familiar, su comunidad local y el origen de sus materias primas. En la actualidad, con una plantilla de 50 personas (entre la fábrica, la tienda y el museo) y con algunos de sus empleados aún presentes desde la cuarta o la quinta generación, es un gran modelo para todas las empresas familiares".