Carta abierta del CEEV a las autoridades sobre las autorizaciones de plantación
El Comité Européen des Entreprises Vins (CEEV) y los miembros de las asociaciones nacionales de bodegas en los principales países europeos productores de vino (Francia, España, Italia, Alemania, Portugal, Grecia y Bélgica) han enviado una carta abierta a la UE y a las autoridades nacionales denunciando los intentos de imponer, “por la puerta de atrás de las normas técnicas de ejecución”, otras restricciones “injustificadas, arbitrarias y discriminatorias” en relación a los derechos para plantar y producir vinos en Europa.
Las empresas vitivinícolas temen que las normas de desarrollo para el nuevo régimen de autorización de plantaciones se diseñen para volver a crear restricciones, discriminaciones y falta de armonía, “que eran las principales características del régimen anterior”.
Por ello, a través de esta carta abierta, se ha instado a la UE y a los reguladores nacionales a garantizar que el nuevo sistema de autorización de plantaciones será sencillo, objetivo, no discriminatorio y orientado al mercado para alcanzar el objetivo fundamental de la PAC: el aumento de la competitividad del sector vitivinícola europeo, con el fin no perder cuota de mercado en el mercado mundial en un contexto de libre competencia internacional en aumento.
En la carta, remitida al Comisario Europeo de Agricultura, Dacian Ciolo?, y a los ministros del ramo de la Unión, se señala que la limitación del crecimiento anual de viñedo de un 1% en la UE y en los Estados Miembros “no es suficiente para compensar la tendencia natural de la reducción de los viñedos, teniendo en cuenta la estructura y los datos demográficos del sector vitivinícola en Europa, que solo acelerarán esta tendencia”.
Así, apunta que “incluso si el índice de crecimiento del 1% se aplicara enteramente sin restricciones, la disminución de la superficie de viñedo de la UE continuaría”.
Asimismo, el CEEV recuerda en su carta que, recientemente, catorce Estados Miembros expresaron a través de una nota conjunta su posición a favor de un régimen más restrictivo, con el objetivo de imponer restricciones arbitrarias y discriminatorias a los derechos de plantación y, por tanto, a la producción de vino en Europa. Y advierte: “En caso de que la Comisión siga estas peticiones, el nuevo régimen de plantación sería más restrictivo que el anterior, en clara contradicción con el espíritu y la letra de la reforma”.
En este sentido, la patronal europea se opone firmemente a estas peticiones e insta a los Estados Miembros a reconsiderar sus peticiones, “impulsadas por el miedo, el egoísmo y el proteccionismo corporativista”, ya que este tipo de propuestas “no serán de ninguna ayuda” para el futuro del sector en Europa, uno de los más valiosos para la agricultura europea y el principal exportador”.