Bodegas y Viñedos del Marqués de Vargas celebra el Día de La Rioja con Gran Reserva, un tinto homenaje a La Rioja clásica.

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Los vinos de Marqués de Vargas son el espejo de la fina y elegante personalidad y singularidad de la propiedad, vinos de finca de alta gama de producción limitada.

Con motivo del Día de La Rioja, el 9 de junio, Bodegas y Viñedos del Marqués de Vargas propone celebrar este día con Gran Reserva 2016, un tinto que rinde tributo a la historia riojana, que representa el saber hacer de la Bodega y el potencial de sus viñedos.

Marqués de Vargas Gran Reserva 2016, un homenaje a la historia riojana

Elaborado a partir de uva procedente de las parcelas más antiguas de la Hacienda Pradolagar, en Rioja Alta, exclusivamente en los años que prometen mayor longevidad, este Gran Reserva es un guiño a su lugar de origen.

Su proceso de elaboración comienza en el viñedo de la Hacienda Pradolagar, con una selección minuciosa de las parcelas que muestran mayor potencial de envejecimiento. Tras ser vendimiados a mano en cajas de 12 kg, los racimos entran en las cámaras de refrigeración a los pocos minutos de ser recolectados. Allí permanecen toda la noche a una temperatura homogénea de 6-8º C para ser seleccionados manualmente al día siguiente en la mesa de vendimia.

Las elaboraciones en los depósitos se han adaptado teniendo en cuenta cada tipo de suelo y en la fermentación solo se emplean levaduras autóctonas de las distintas parcelas. Para el proceso de crianza, el uso de los diferentes tipos de roble ha estado determinado por el respeto por la fruta y la suavidad de los taninos en el coupage final. Finalmente, tras una crianza de un mínimo de 24 meses en barricas de roble americano y francés, seguido por al menos 36 meses en botella, este Gran Reserva culminó su proceso de crianza. El resultado es un vino rico en aromas concentrados de fruta negra que se entrelazan perfectamente con variados matices especiados, fruto de su larga crianza en roble, y de fondo, sutiles notas balsámicas que aportan frescura y equilibrio. Posee un cuerpo robusto, con taninos muy pulidos y un largo final. Elegante, potente y con gran capacidad de envejecimiento.

Así, con una vocación de respeto absoluto hacia el terruño y al paso del tiempo en Bodega, en este Gran Reserva destacan la elegancia del Tempranillo, la densidad y generosidad de la Garnacha y la frescura de una variedad minoritaria como el Mazuelo.

Una historia singularmente riojana

La historia de las Bodegas del Marqués de Vargas se origina en La Rioja, en 1840, cuando don Felipe de la Mata, VII Marqués de Vargas, decide plantar las primeras viñas en la Hacienda Pradolagar, en las afueras de Logroño. A lo largo de múltiples generaciones, un interés compartido por el mundo vinícola, llevó a la construcción de la primera bodega, en 1989, dentro de la finca familiar, en pleno corazón de la Rioja Alta.

La filosofía de Marqués de Vargas es elaborar vinos de larga guarda, Reservas y Grandes Reservas, exclusivamente con las uvas del propio viñedo situado alrededor de la Bodega, lo que concluye en vinos de producción limitada, con la tipicidad de la región y con la singularidad e identidad de su terruño.

Hoy en día, la Hacienda Pradolagar cuenta con 70 hectáreas divididas en parcelas de viñedo según tipo de suelo, clima y variedad que ofrecen una amplísima paleta de matices para diseñar los distintos vinos de la Bodega, incluyendo 11,2 hectáreas calificadas como ‘Viñedo Singular’ de donde proceden los vinos de parcela que completan la gama.

Marqués de Vargas continúa apostando por el patrimonio riojano, posicionándose como un referente en el desarrollo turístico de La Rioja, y ofreciendo a los visitantes experiencias únicas y enriquecedoras que permiten conocer de primera mano la cultura y los vinos de esta tierra.

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