Bodegas Menade, la otra cara de Rueda.

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Son jóvenes y parecen que acaban de empezar en el mundo del vino, pero llevan toda la vida. La capacidad de adaptarse y de transformar son dos de las mayores virtudes que comparten los tres hermanos Sanz, Marco, Richard y Alejandra. Con dedicación y pasión, desarrollan una filosofía de trabajo que se refleja en cada una de sus botellas, vinos con personalidad y estilo propio.

En una ubicación privilegiada, entre Zamora y Tudela de Duero, trabajan siguiendo los parámetros de la agricultura ecológica en 200 hectáreas de viñedo, pero usando la tecnología actual. “Con nuestra estación meteorológica sabemos en cada momento qué le pasa a la planta, y si la planta tiene sed, le damos agua” comenta Richard Sanz, enólogo y gerente en Menade.

Su filosofía es mirar el pasado y aprender de los ancestros pero avanzando en tecnología, “utilizamos tractores, pero hacemos todos los tratamientos con infusiones naturales”. Cuidan y protegen las diferentes plantas que crecen alrededor del viñedo para que los insectos hagan vida allí. Y por lo que se refiere al terreno, según Richard, “a los suelos hay que darles vida, tienen que respirar, y eso solo se consigue arando y aireando la tierra, de lo contrario los suelos se compactan y la zona se desertiza”. La preocupación por evitar que la tierra fértil se convierta en improductiva es una constante. Y ante las vides, se paran, las observan y actúan de forma coherente para prevenir y para continuar siendo coherentes después en la bodega.

Los hermanos Sanz han construido su proyecto a base de asumir riesgos, una estrategia que puede no haber dado siempre los resultados esperados, pero a pesar de ello les ha resultado gratificante y aleccionador. Desde que montaron su propia bodega, en el año 2005, su forma de trabajar cambió radicalmente entrando en una zona de libertad y de creatividad. Empezaron a trabajar con levaduras salvajes, elaboran vinos a partir de fermentaciones naturales en depósitos de inox, “si la tecnología nos ha dado los depósitos de acero inoxidable, que aportan limpieza y control de temperatura, ¿por qué ir hacia a tras?”, nos comenta Richard.

Menade es un reto en todos los sentidos. Trabajan de la forma en que ellos tres querían, son libres, juegan, experimentan, caen, se equivocan, y se vuelven a levantar. Que sean defensores de la ecología y la practiquen no es incompatible con según qué prácticas vinícolas. Para nada están en contra de las fermentaciones malo lácticas en los vinos blancos. Así como también están a favor de clarificar y filtrar los vinos para eliminar las posibles bacterias que hayan quedado en el líquido, y permitir a las botellas poder viajar.  “No hace falta trabajar siguiendo los métodos encorsetados, lo que sí hay que hacer es trabajar limpio para que el vino llegue en perfecto estado”.

Hace doce años, cuando los tres hermanos, la sexta generación, se independizaron de su padre, vivieron momentos tensos. Su sueño era crear su propia bodega para “salir de la zona de confort en la que viven las bodegas de Rueda, en donde reina la simplicidad”, nos explica Richard.

El vino Menade Verdejo Ecológico es el único con el sello del Consejo Regulado de la DO Rueda. El resto de los vinos elaborados en la bodega están bajo el paraguas de los Vinos de la Tierra de Castilla y León. La falta de identificación con las prácticas que se están llevando a cabo en Rueda les apartó en su momento y siguen opinando igual. Rechazan trabajar con levaduras aromáticas, y no están de acuerdo con la política de precios de la zona. Según Richard “en Rueda hay demasiado volumen, la zona ha sufrido un crecimiento desmesurado, en poco tiempo todas las bodegas de España se han venido a instalar aquí. Mucho volumen, pero con poca calidad, poca personalidad y poca identidad”. Y continúa “hay zonas donde se hace mucho vino pero son zonas grandes, como Champagne o Borgoña, donde prima la personalidad. Hacer mucho no significa ser grandes, la grandeza se identifica con la personalidad”.

BODEGA ANTIGUA

La mejor manera de recorrer la historia de esta familia es sumergirse en la antigua bodega familiar, del año 1820. La bodega, perforada en el subsuelo, ofrece un magnífico escenario natural, y nos adentra en varios túneles subterráneos que albergan las barricas de los blancos, de algún que otro vino tinto, el dormitorio de botellas y la primera prensa mecánica de la zona.

El desarrollo urbanístico de las últimas décadas ha permitido conservar algunas de estas impresionantes bodegas, en las que pocas cosas han cambiado con el paso del tiempo, y que muchas se mantienen cerradas o abandonadas. En Menade no solo le dan la vida y la cuidan con el cariño que se merece sino que la muestran con profundo orgullo. Con una temperatura natural de 10ºC y humedad alta, la antigua bodega familiar es una auténtica proeza arquitectónica. Sus sobrias paredes manifiestan de forma clara el subsuelo de esta región, sedimentos fluviales de cantos rodados, arcilla y cal, procedentes del antiguo paso del río.

LA CATA

MENADE VERDEJO ECOLOGICO 2016 13%vol - DO RUEDA Color amarillo vivo y brillante con reflejos dorados pálidos. En nariz es muy aromático, destacando el aroma reconocible de la variedad verdejo, como son los cítricos, que le aportan viveza, la pera y los matices vegetales del heno y del hinojo. En boca presenta una buena glicerina y una gran expresión frutal. Aparece esa parte más salvaje del verdejo, como puede ser el anís y las hierbas silvestres. Acidez media alta, bien equilibrada. El postgusto es largo, manteniendo el recuerdo del cuerpo y la buena estructura, así como su perfecto equilibrio.

NOSSO VERDEJO NATURAL 2016 13%vol – VT CASTILLA Y LEON

Amarillo brillante con reflejos dorados suaves. En nariz sorprende su mineralidad con sutiles notas lácticas. Los cítricos continúan siendo presentes pero sobresale una parte yodada. En boca se expresa la parte terrosa y mineral, sobre un fondo salino y de notas yodadas que sorprende, llevándonos a un perfil más parecido a los vinos del atlántico gallego. Acidez buena, fresco y vivo. En el postgusto se marca su golosidad, así como su buena cremosidad y elegante densidad.

LA MISION 2014 13,5% vol – VT CASTILLA Y LEON Color amarillo con tonalidades doradas. En nariz aparecen notas tostadas, lácticas y de frutas blancas maduras. A pesar de su crianza en madera y en tinaja se mantiene un perfil fino y elegante, marcado solo por la untuosidad. En boca sorprende su frescor, con notas de mineralidad y salinidad presentes en otros vinos de la casa, y debido a la composición caliza del suelo. Acidez buena. Postgusto largo y elegante. Recordando la cremosidad y las sutiles notas ahumadas.

MENADE SAUVIGNON ECOLOGICO 2016 13% vol – VT CASTILLA Y LEON

Color amarillo con reflejos dorados. En nariz se muestra intenso y aromático, recordando a un rico conjunto de aromas silvestres, como el cilantro y la hierba verde, florales como el saúco, y frutales como los cítricos naranjas. En boca presenta una perfecta acidez y se expande la gama aromática, marcando aún más esas notas silvestres y más afrutadas que en nariz. Se desata un conjunto de aromas tropicales que nos recuerdan la fruta de la pasión. Largo final en boca, aromático y equilibrado.

MENADE SAUVIGNON DULCE ECOLOGICO 2016 10%vol. – VT CASTILLA Y LEON

Amarillo con reflejos dorados. Muy aromático, de frutas exóticas, pera madura y flores blancas como las orquídeas y el jazmín. En boca el peso de la fruta dulce y madura se equilibra con su natural acidez, viva y fresca. Final de boca largo y goloso, con ganas de repetir.

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